En 1977 la ONU declaró la fecha del 8 de marzo DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, reconociendo institucionalmente la histórica reivindicación y lucha que por la igualdad de derechos fundamentales protagonizaron sufragistas y trabajadoras en la edad contemporánea.
Los primeros pasos del feminismo tuvieron eco y espacio en el incipiente movimiento obrero de finales del siglo XIX, y desde principios del XX en los diferentes partidos socialistas, incluido el Partido Socialista Obrero Español, donde la valenciana María Cambrils publicaba ya en 1925 su libro “Feminismo socialista” que titula este artículo..
En el relato del progreso hacia la igualdad la II República marcó un hito fundamental reconociendo el sufragio, el divorcio y derechos históricamente negados a las mujeres por el simple hecho de serlo. En ese contexto democrático pudo el Partido Socialista ser partícipe de acciones políticas, legales e institucionales encaminadas a revertir una desigualdad intolerable. El marco legal reconocido contrastaba no obstante con una realidad social y cultural que lastraba también la presencia y participación de las mujeres en el ámbito de la política.
Así, por ejemplo, y en la historia que más nos ocupa, la que consideramos propia, la de la Agrupación Socialista de Quart de Poblet, resulta ilustrativo el dato que contiene un documento depositado en el archivo de la Fundación Pablo Iglesias. En el primer semestre de 1937 de las 59 personas afiliadas al PSOE en Quart de Poblet 56 eran hombres. La escasa presencia política de las mujeres en ese tiempo es general, y las excepciones, muy honrosas, son precisamente eso.
También en la historia socialista local iniciada en 1918 los nombres conocidos son de hombres. Pero precisamente hoy podemos y debemos romper ese silencio refiriendo el caso de Carmen Sanahuja Salazar. Sabemos de ella y de su posible adscripción socialista por la documentación contenida en el sumario instruido por la justicia militar franquista en la que fue encausada y condenada a cuatro años de prisión. Carmen Sanahuja Salazar, “la Peixera”, fue condenada por “excitación a la rebelión” en la causa 2064 que en 1939 la juzgo por lo militar en el mismo proceso que condenó a muerte a 9 de sus vecinos, y a penas de prisión a otros seis. Carmen fue interrogada por la Guardia Civil de Quart de Poblet el 5 de abril de 1939, cuatro días después de declararse oficialmente la victoria franquista. Dijo tener 58 años, estar casada, haber nacido en Castellón de la Plana, y de profesión “sus labores”. Aunque ella no lo reconociera expresamente varios testigos manifestaron previamente que era de ideas socialistas. Firmó su declaración con la huella de su dedo pulgar por que al igual que la mayoría de mujeres de su edad, no sabía escribir. El fiscal solicitó en su acusación seis años y un día de reclusión aunque finalmente fue condenada a cuatro años de prisión.
Carmen, como el conjunto de la sociedad y la propia democracia, fue una víctima más de la dictadura franquista impuesta por la fuerza de las armas. Casi cuatro décadas después, restablecidos derechos y libertades pudo reiniciarse el progreso hacia la igualdad, aunque arrastrando los efectos sociales de un régimen especialmente discriminatorio con las mujeres. Todas las personas que constituyeron de nuevo la Agrupación Socialista de Quart de Poblet en junio de 1977 eran hombres. En la candidatura a las elecciones municipales de abril de 1979 ya aparecen no obstante dos nombres de mujer: María García Sahuquillo y Maria Victoria Guzmán Bondia.
En 2019, desde la perspectiva de una alcaldesa socialista, y del propio sistema de listas cremallera, se debe valorar el convencimiento demostrado por el proyecto socialista, el progreso social obtenido y la necesidad de persistir. La igualdad no es una opción y especialmente el 8 de marzo lo repetimos.
Pedro Gascón
Vº Secr. de Formación y Memoria Democrática.
